31-01-2012
Las reformas constitucionales que
prohíben la compra de tiempo aire para campañas políticas en radio y televisión
han cambiado la dinámica a la que estábamos acostumbrados, en la antesala de
una elección presidencial como la que nos espera y que definirá el futuro de
todos los mexicanos, nos guste o no.
Es decir, hasta que no empiece el
periodo de campaña legalmente establecido, no veremos spots de los candidatos
presidenciales, razón por la cual el interés en la política todavía no alcanza
los niveles que alcanzó en el 2006, más allá de la desilusión generada por los
resultados.
Para empezar, los panistas y Nueva
Alianza (este último rompió la alianza con el PRI) deberán definir a su
candidato o candidata a más tardar el próximo 15 de febrero. Después de eso,
vendrá un periodo de mes y medio en el que nadie podrá hacer uso de los tiempos
del estado y tendrán que continuar como hasta ahora lo han hecho López Obrador
y Peña Nieto.
De ahí, en los siguientes tres
meses (abril, mayo y junio) seguro
veremos spots hasta en nuestros sueños. Ya saben, el mensaje emotivo, la súper
producción para un spot de 30 segundos que se repetirá hasta el hartazgo en
todos los medios de comunicación.
Por lo tanto, de aquí hasta abril estaremos sin ver a los
candidatos presidenciales en comerciales. Mantendrán su campaña a través de
mítines y presentaciones públicas (ya saben, visitas a universidades, reuniones
con empresarios, con sindicatos, etc.) buscando aparecer en los medios de
comunicación disfrazados de noticias todo lo que les sea posible.
Pero, ante este nuevo esquema de comunicación política, ¿Cómo va a reaccionar el electorado dentro
de tres meses cuando empiecen los spots? ¿Afectará la intención del voto los
meses en que los candidatos estén fuera de los reflectores y los spots como los
conocemos?
Sin duda la principal batalla ya se libra en las redes
sociales. Ahí está la verdadera difusión, ahí se está dando el debate, abierto,
sin aparente censura y hasta con seguidores pagados de un lado y de otro. La
posibilidad de interactuar también queda ahí, posibilidad de hacer llegar
propuestas, de asumir compromisos. Pero, ¿quiénes
interactúan en las redes sociales? Quienes ahí participan en temas de política se han convertido en líderes de opinión, se enteran, leen las noticias a través de periódicos y blogs con opiniones tan diversas como la red misma.
Al parecer, la tendencia será, como primera etapa, informar
todo lo que se pueda a través de las redes sociales que son el foro para dar
los elementos que ayuden a tomar una decisión, donde unos y otros darán
argumentos para votar a favor o en contra de cualquiera de los candidatos.
Después, la segunda etapa será en los medios de comunicación.
Personalmente me encantaría ver un debate entre los candidatos, cara a cara,
propuesta contra propuesta, con réplicas para los aludidos, más allá de los
propios spots que ya sabemos que vendrán.
No sé hasta dónde la participación de la gente en las urnas
iguale esa avalancha que provocó la sensación de cambio en el 2000 y en el 2006.
No sé si cambien las tendencias una vez iniciados los tiempos oficiales en
radio y televisión a partir del primero de abril. Lo más probable, como todo lo que pasa en política, es lo improbable.
A pesar de que las tendencias parecieran inamovibles según
las encuestas, la verdad es que algo está pasando en nuestra sociedad, la
información ya no es controlada desde un solo lado, los candidatos están
expuestos al escrutinio público de manera constante porque las redes sociales desnudan e intimidan a muchos. Ya
veremos qué pasa llegado el momento.
Mientras, si les interesa saber cómo se comportan los
candidatos en las redes sociales, ahí les dejo el link para darles seguimiento,
gracias al equipo del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM: http://info7.juridicas.unam.mx/Electoral2012Mx/grf_susc.htm
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