30-01-2012
Mi primer artículo en este blog
fue relacionado con los datos que se desprendían del estudio del Foro Económico
Mundial (FEM), en su informe “Riesgos globales 2012” (http://www.weforum.org/reports),
haciendo alusión a los economistas que se reunirían en Davos y cuyo mayor temor
era el retroceso del proceso de globalización.
Argumenté en ese momento que quienes
intentan aferrarse a un modelo económico que a todas luces está fracasando en
los países promotores, acrecentando las diferencias económicas entre ricos y
pobres, cometen un error que se pagará con la caída de los mercados y la salida
de la gente a las calles, cosa además que ya está pasando.
Ahora bien, ese mismo grupo de especialistas-
políticos impulsores de la globalización económica acaba de dar el premio a
Felipe Calderón como el “Mejor Estadista
del Mundo”. Claro que lo consideran el mejor estadista, pues ha impulsado a
costa de todo, de las pequeñas regiones productivas, del crecimiento comunitario
y de los derechos humanos de decenas de grupos indígenas y de su cultura, el
modelo económico globalizado.
Es hasta natural el hecho de que
los economistas europeos y norteamericanos hayan decidido premiar a Calderón,
pues no son sus gobernados ni los afectados directos de sus políticas
económicas que tienen al país sufriendo “catarritos” por la dependencia
exclusiva de la economía norteamericana.
Pero lo que extraña es que
todo el equipo de Enrique Peña Nieto,
con él a la cabeza, se hayan volcado a tomarse fotos en dicho foro.
Otra vez su falta de cultura, de
historia y de propuesta económica impulsaron a EPN a presentarse en un foro cuyo
modelo económico está en crisis; cuyos principios rectores están siendo
debatidos en todo el mundo y siendo rechazados por la mayoría de sus jóvenes,
de sus mujeres, de sus profesionistas que no encuentran trabajo por lo mal que
ha sido conducido el modelo.
Y no llegó hasta Suiza a proponer
“algo”, lo que sea. No. Llegó hasta Davos para tomarse la foto, para pedir
consejos (recuerde el acercamiento y plática con Ernesto Zedillo, acusado por
crímenes de lesa humanidad por la matanza en Acteal, Chiapas, en 1997) y hacer
lo que le pidan, aunque quienes lo hagan no sepan cómo sacar del hoyo a toda
Europa.
El jueves el mismo EPN escribió a
través de twitter: “Los expertos internacionales coinciden en la urgencia de
reactivar el crédito a las familias y las pequeñas empresas mexicanas”. Es
precisamente lo que lo que los estadounidenses han impulsado para salir de su
crisis, y no lo han logrado; pero él, de ganar la presidencia, haría lo mismo.
Y la pregunta es: lo que dijo en
su cuenta de twitter, ¿es todo de lo que será capaz de proponer para la
economía mexicana?
Y no es cuestión de ideologías,
no se trata de ser socialista, comunista o capitalista, se trata de la
realidad, de lo que está pasando, de cómo se ha desarrollado la economía
mexicana a lo largo de la historia con relación al resto del mundo y con
relación a su propia gente. No es posible que quien se asuma a sí mismo como el
próximo presidente del país no tenga más qué decir de nuestra economía, no
tenga más propuesta que las fallidas propuestas europeas y las norteamericanas.
Los mismos líderes económicos y
políticos de Davos durante sus exposiciones reconocieron a América Latina como
un “oasis de estabilidad, crecimiento y oportunidades”, en contraste con la
incertidumbre general de la crisis que azota a Europa y Estados Unidos.
En lo que no se detuvo EPN fue en
reconocer que los países “oasis de estabilidad”, los menos afectados por el
temblor financiero y económico, son los países que en sus presidencias tienen
gobiernos progresistas que siguen sus propias inercias, no las impuestas desde las
potencias mundiales.
Mientras, seguiremos viendo
circular las fotos de su visita a Davos. Sin propuesta, sin proyecto para el
país.
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