viernes, 10 de febrero de 2012

Manifiesto Pedagógico


Saliendo un poco de la constante con que he mantenido este blog, les dejo el "Manifiesto Pedagógico" para su análisis y comentarios. 



Por: Juan Nelson Enríquez Rosado


Con la intención de transformar la práctica educativa derribando los últimos vestigios de la educación tradicional; apostando a la diversidad como liberación de las potencialidades del pensamiento[1]: es necesario abrir salidas tangenciales –alternas– a las propuestas institucionales de Reformas Curriculares basadas en “competencias”, considerando que éstas no hacen más que funcionalizar los procesos de la institucionalidad dominante.
Desde un enfoque educativo, se entiende a las competencias como la capacidad del docente para realizar un conjunto de acciones ante una situación específica, en la que se movilizan diversos recursos internos (cognitivos, metacognitivos, disposicionales, atributos físicos) y externos (materiales, sociales, simbólicos: tales como lenguajes y códigos) con el fin de solucionar un problema (Perrenoud, 2004)…[2]
Por lo general, la educación por competencias siempre gira en la periferia del potencial epistemológico del sujeto.
El conocimiento periférico es el conocimiento que funcionaliza los procesos filosóficos, científicos, tecnológicos, sociales, históricos, económicos y políticos de la sociedad. Es decir, el conocimiento periférico, contenido en los currícula, funcionaliza las instituciones del modelo socio-político-económico del Estado.

Si el conocimiento periférico está contenido en los currícula, y siendo éstos la expresión de la ideología y las instituciones dominantes, entonces su función también es la sustentación de cuadros que dan mantenimiento y eficientizan tanto los modos de producción como la estructura del sistema político.[3]
La propuesta alterna debe tener como referencia y fundamentación a la filosofía, los planteamientos pedagógicos innovadores y los movimientos que están transformando las sociedades y cambiando la visión del mundo.
(…) superar la acción docente restrictiva, es decir, negar la acción negativa del docente con acciones no negativas; negar las acciones reactivas con acciones no reaccionarias; en otras palabras, proponer la apertura del pensamiento a las posibilidades de fuga por la tangente del círculo.[4]
Las propuestas alternas, además, deben abrir los procesos formativos a todas las posibilidades de conexión de ideas en espacios institucionales, bajo condicionamientos de libertad y respeto a las expresiones de los estudiantes; refundando la utopía del hombre en plenitud.
El espacio para la refundación de la utopía del hombre en plenitud puede seguir ubicándose en los espacios institucionales, a partir de su reconfiguración, para tener múltiples entradas y líneas de fuga en vez de reducirlas; entonces, el hombre en plenitud debe ser abarcable en su territorio; la plenitud se refiere a la libertad de elección y, también, a su existencia en el ambiente natural que le es propicio.[5]
Asimismo, sin negar la posibilidad de una educación eficiente por competencias; las propuestas alternas, además de la formación de cuadros funcionales, deben aspirar a detonar el potencial epistémico en el ámbito de las instituciones educativas y sus contextos comunitarios.
La inabarcabilidad del conocimiento humano genera que las comunidades de especialistas adecuen el currículum –filosofía, artes, ciencias, tecnología, lingüística…– a las necesidades sociales.
Es necesario reivindicar las utopías, fines de la Educación, en el marco mundial de movilizaciones masivas y revueltas, como las ocurridas recientemente en los EEUU y en los países árabes (Argelia, Túnez, Libia, Egipto, Jordania, Siria, Israel...), lo mismo que en los países europeos occidentales (Grecia, Italia, Inglaterra, Francia, España...). Tales movimientos permiten vislumbrar una especie de revolución mundial; revueltas generalizadas en los cinco continentes, como expresión del desempleo, del incremento de la pobreza y de la falta de oportunidades de estudio para jóvenes, exacerbándose estos fenómenos en las minorías inmigrantes.
Un fantasma recorre el mundo: “el movimiento del 99% nadie lo va parar”.
Estas movilizaciones se han autodenominado de “indignados” y su principal argumento es: “somos el 99% de la población mientras que el poder y la riqueza se han concentrado en el 1%.”
Es decir que, ante la crisis global y, particularmente, ante el derrumbe de los modelos políticos y económicos dominantes, es menester hacer un recuento histórico y teleológico de la educación para tratar de entender cómo, desde la fundación de la escuela, ha existido una intencionalidad política de dominación que se implanta en los sujetos a través del currículum y determina su forma de participación social y de ser ciudadano.


ANTECEDENTES HISTÓRICOS
Amós Comenio (1592-1670) planteaba centrar la educación en el niño; la idea del maestro experto se desplazó a la fundación de la escuela.
La educación tenía el propósito de consolidar el proyecto de una nación alemana, instruyendo a hombres, mujeres y niños en la religión protestante, como resultado de la Reforma Luterana.
Asimismo, en Francia, Jean Jacques Rousseau (1712-1778), casi un siglo después reconoce la necesidad de la educación; sin embargo, desconfía del pensamiento relativo al racionalismo, no se trata de saberlo todo sino solamente lo útil , y plantea la preminencia de prácticas educativas cruentas y tradicionales en esos tiempos y condiciones de sojuzgamiento monárquico.
La Revolución Francesa (1789) funda con la República, el paradigma del Estado moderno y del hombre occidental; cancela el sistema monárquico y la predominancia de las Iglesias católica y protestante.
La utopía del hombre, resultante de la Revolución Francesa, permanece inasible por las relaciones de dominación que se instauraron con el Estado Moderno. “Ninguna voluntad, por sí misma, puede pretender ser legítima. No existe razón alguna para que deposite mi destino en manos ajenas, sea un dios, un príncipe o un pueblo.” [6]
Sin embargo, paradójicamente, la educación fue el medio más eficiente para fundar el estado moderno; la utopía del hombre moderno fue confiscada por la nuevas clases sociales detentadoras del poder económico y político; el hombre humanista, libre de palabra y pensamiento, hasta hoy, sigue en espera de ser reivindicado por la educación.
En España Francisco Ferrer I Guardia (1901) comprendió la confiscación del ideal humano de libertad de elección por el Estado Moderno.
Concretada la separación Iglesia-Estado, el gobierno francés, anima la creación de la enseñanza primaria gratuita, obligatoria y laica. Ferrer[7] admira el cambio producido y la libertad en cuanto a materia religiosa; pero pronto, al ver la evolución de la enseñanza pública francesa, su fascinación se torna en desanimo; comprueba que los antiguos vicios educativos no han sido erradicados sino tan sólo sustituidos; dios es remplazado por el Estado, la virtud cristiana por el deber cívico, la religión por el patriotismo; la sumisión y la obediencia al rey, al aristócrata y al clero por el acatamiento al funcionario, al propietario y al patrón…[8]
Parafraseando al catalán Francisco Ferrer I Guardia:
No debe haber sumisión al Estado en tanto que son seres humanos quienes los constituyen –poderes legislativo, judicial y ejecutivo–, falibles y susceptibles de incurrir en actos criminales de sangre y corrupción contra las comunidades.

El Estado como “ideología con aparato de coerción” (Gramsci) debe pasar a ser:
El Estado como “diversidad burocrática al servicio de las comunidades”

La Educación con libertad de elección para el 100%
El aula debe resignificarse como espacio vital, de encuentro, de libertad, sin puertas.
Debemos recuperar la libertad de salir a respirar y sentir la vitalidad de la naturaleza después de permanecer en las prisiones del racionalismo; en las prisiones de la prohibición bajo la vigilancia del ojo descomunal.

Debe desaparecer el aula tradicionalista:
-como contenedora de las pulsiones naturales de la vida
-como límite físico y psicológico
-como límite de la potencialidad
-como generadora de estrés
-como espacio de negación
-como fuente de neurosis.

El aula debe ser atravesada por haces de luces en todos los sentidos; ahí, la concurrencia de la comunidad escolar será aparentemente arbitraria, los alumnos estarán aprendiendo y explorando la información; lo menos importante en este espacio será “el orden”; todos los gestos y las acciones de los actores del proceso educativo llevarán el sello de la vida.

Las gradaciones de los aprendizajes estarían en permanente caos y ordenamiento.

El hombre en plenitud –la utopía puede ser abarcable desde la comunidad donde se genera; el hombre en plenitud es potencia comunitaria.

El hombre metafísico deja su lugar al hombre comunitario, al hombre rizomático.

La refundación del hombre en plenitud –la utopía, regresa al hombre a su territorio original; ya puede ser abarcable; la gente lo identifica; el hombre metafísico ha muerto; el hombre devenido en dominación y desconcierto ha muerto; la utopía del hombre en plenitud rencarna en el hombre comunitario.  

Asimismo, el hombre es la naturaleza en tanto que ésta es su única posibilidad de sobrevivencia; asimismo, la naturaleza es potencialidad humana.

El movimiento del 99% está transformado las sociedades y cambiando la visión del mundo, la educación al servicio del Estado metafísico es obsoleta; la educación tiene que reivindicar al hombre nuevo, libre de palabra y pensamiento; al hombre virtuoso, comunitario.
La educación tiene que corresponder a las expectativas del movimiento del 99% para que el 100% tenga libertad de elección en todos los ámbitos de su existencia.

Juan Nelson Enríquez Rosado
Agrupamiento Académico de la
Esc Nor. Urb. Fed. del Istmo
Revisó: Ernesto David Enríquez Garcia


[1] Enríquez Rosado, Juan Nelson en: “El Rizoma y el Conocimiento Nuclear en la Educación” inédito, 2011, Origen simbiótico del arte, la poesía y la filosofía,  p. 13

[2] Reforma Curricular de la Escuela Normal, Documento base para la consulta nacional, Julio 2011, p. 14

[3] Enríquez Rosado, Juan Nelson en: “El Rizoma y el Conocimiento Nuclear en la Educación” inédito, 2011, El conocimiento Periférico, p. 49

[4] Ibídem, La Historia y su enfoque, p. 32

[5] Ibídem, El hombre en plenitud, p. 59
[6]  Condorcet, Marie Jean Antoine Nicolai Caritat (1743-1794) marqués de, en: Cinco memorias sobre la instrucción pública (Cinq mémoires sur l´instruction publique), presentación, notas, bibliografía y cronología de Charles Coutel y Catherine Kintzler, París, Flammarion, 1996, pp 11-14, 20-32, 109-180 (Cinco memorias… fue publicado originalmente en 1791).

[7] Francisco Ferrer I Guardia, Catalán, fundó la Escuela Moderna en 1901 y fue ejecutado injustamente por las fuerzas castrenses y católicas de España el 13 de Octubre de 1909.
                                                                                                                                                                    
[8] "¡Viva la Escuela Moderna!", título del documental que se emitió el domingo 9 de julio de 2006, a las 12:00 horas, dentro de "Panorama de la Historia" en La 2 de TVE. RebeldeMule.org

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