12-03-2012
Contrario a lo que digan, Enrique Peña Nieto y Josefina Vázquez Mota tienen miedo. Desde la semana pasada platicaba con un amigo
acerca de los pronósticos electorales que emiten los medios de comunicación. Me
decía que sin duda Andrés Manuel estaba ya en un remoto tercer lugar, lejos de
quienes representan al PRI y al PAN.
Me causó un poco de gracia la plática dado que
estudios recientes demuestran que un 75% de la población cree poco o nada en
las encuestas y sólo el 25% restante le da crédito a las tendencias que los
medios de comunicación debaten entre sí.
Además de que es poca realmente la población
que cree en las endiosadas encuestas, es curioso que en el territorio, en la
calle, en las plazas, no se siente la presencia de ninguno de los dos aparentes punteros;
en cualquier plática cotidiana se reconoce que son muy malos candidatos y que
significan un mismo proyecto, sin diferencia entre sí, y me refiero al PAN y al
PRI.
Ahora, si se observa más detalladamente, desde
hace aproximadamente tres semanas podremos darnos cuenta de la estrategia
adoptada en común acuerdo entre el PRI y el PAN; y acá van los puntos para el
análisis.
El 23 de febrero pasado, Felipe Calderón reveló
ante empresarios los supuestos datos de la encuestadora “Mercaei” que coloca a
JVM a 4 puntos de diferencia de EPN y deja a Andrés Manuel en un lejano tercer
lugar. A partir de ahí, la estrategia se ha venido fortaleciendo desde los dos
partidos políticos al dirigirse los mensajes entre sí, ignorando al candidato
de las izquierdas.
La estrategia es únicamente mediática, se
construye en la cumbre del poder económico y de las estructuras de poder
del país, pero no en el territorio (como se le llama políticamente a recorrer
los lugares comunes de los mexicanos como los mercados, las plazas públicas,
las unidades habitacionales, los pueblos, los sindicatos, universidades,
etcétera).
La campaña del “PRIAN” se ha situado en
escenarios construidos ad hoc, evitando entornos de crisis que pongan en riesgo
el plan construido por los consultores políticos, como lo sucedido a Peña Nieto
en la FIL de Guadalajara.
Así podemos entender las motivaciones de la
estrategia de contender entre dos y dejar fuera a López Obrador, pero para verlo
sin el velo del sospechosismo les dejo las motivaciones que yo alcanzo a ver,
con la única intención de entender la estrategia hacia la que se están guiando:
- Desde noviembre que se definieron las candidaturas del PRI-PVEM y de Morena (PRD-PT-Movimiento Ciudadano) Andrés Manuel ha sumado a muchos sectores y actores políticos, mientras que Peña Nieto únicamente ha perdido puntos por la exhibición de su intelecto en la FIL de Guadalajara y los actos de corrupción de las personas que lo rodean dentro del PRI, principalmente Humberto Moreira, Ulises Ruiz y Mario Marín.
- El PAN se vio envuelto en un conflicto interno grave para la definición de su propuesta a la presidencia, debido a la inmadurez de uno de sus precandidatos y la descalificación grave que hiciera hacia quien resultó elegida por las filas panistas, lo cual repercutió negativamente en la imagen de JVM, aunque las encuestas digan lo contrario (yo me quedé con la acusación comprobada de que Josefina fue la legisladora más faltista).
- El rompimiento entre el PRI y el PANAL de Elba Esther generó una pequeña crisis en el PRI; aunque quisieron terminar en buenos términos, el rompimiento al final del día (o del proceso) afectará la votación de Peña Nieto (No olvidar la disciplina reconocida por los estrategas del gordillismo).
- La definición de candidaturas entre el PRI y el PVEM sin considerar a los priístas de carrera, ha generado divisiones en el partido que abandera a Peña Nieto, como el caso de Chiapas, en el que se ha privilegiado a un segundo candidato televisivo del partido Verde, Manuel Velasco, por encima de la senadora María Elena Orantes, quien ya es la candidata oficial de las izquierdas.
- ·Aunque se han querido ventilar los problemas internos en la definición de candidaturas en el PRD, la verdad es que la operación en las definiciones ha sido prácticamente limpia, sin impactar directamente en los medios de comunicación y, por lo tanto, en la opinión pública.
- La postulación de Manuel Clouthier (hijo) de las filas del panismo para ir por una candidatura independiente, ha generado una fuerte división al interior del PAN, sin contar con la descalificación que Manuel Espino entre otros destacados panistas han hecho de la gestión de Felipe Calderón y en particular de Josefina Vázquez Mota. Estas posiciones de algunos panistas también repercutirá en el resultado de la elección presidencial.
- Mientras Andrés Manuel López Obrador tuvo un nutrido acto de registro como candidato ante cientos de sus militantes, a Josefina Vázquez se le vació el Estadio Azul a medio discurso; por televisión no se pudo evitar hacer cuenta de las gradas vacías durante el acto, bastante negativo para su imagen en el país; de derrota.
Todos estos elementos han obligado al PAN y al
PRI a generar una nueva alianza como la realizada en el año 2000, para una transición
sin el riesgo de que la izquierda la estropee, porque así conviene a sus
intereses, mantener alejado a Andrés Manuel quien es el único candidato que ha
acertado en su estrategia de comunicación, que en estos tiempos de veda ha
sabido sacar tajada porque conoce el territorio, porque no es nuevo para él
hacer campaña en la calle, en contacto directo con la gente.
La estrategia entonces, aderezada por todos estos
elementos, ha obligado a torcer el brazo a Felipe Calderón a favor de Peña
Nieto. Están conscientes de que JVM no ganará aunque así se lo hagan creer. Es
más probable que Andrés Manuel llegue a la presidencia porque ha recorrido
todos los municipios del país en dos ocasiones; porque en este momento, las
redes sociales están más activas que nunca y en todas las encuestas en
internet, quien gana es Andrés Manuel, con muchos puntos de ventaja.
No es la primera vez para los mexicanos ver las
dos realidades: la de la televisión y la de la calle, la de verdad.
Al igual que como lo han hecho antes, a fuerza
de repetir una mentira esperan que se convierta en realidad, pero todavía queda
un largo camino que recorrer y dos debates que nos darán la pauta, digan lo que
digan los estrategas PRIANISTAS en los medios de comunicación. Lo cierto es que
tienen miedo, tienen miedo de perder.
Más claro ni el agua..!
ResponderEliminarMuchas gracias equipo AION
ResponderEliminarUn abrazo!